La importancia de la vacunación
Una correcta pauta de vacunación es esencial para mantener a tu mascota sana y al resto de la familia protegida de posibles enfermedades. Es importante realizar las revacunaciones anuales para mantener un adecuado nivel de inmunidad. Enfermedades como la parvovirosis, la rabia, el moquillo o incluso la leishmaniosis pueden prevenirse.
Las vacunas no son curativas, sino que son preventivas y completamente necesarias si queremos proteger a nuestra mascota. Que tengamos fauna silvestre en el territorio, otros animales sin vacunar… incrementa el riesgo de contagio. Cabe mencionar que la mayoría de enfermedades no se transmiten a los humanos, pero sí que son de alto riesgo para nuestras mascotas.
El plan de vacunación debe iniciarse de cachorros. Tienen que estar sanos para empezar con el plan de vacunación y deben hacerse refuerzos de las vacunas para llegar a la inmunidad deseada. Además, deben hacerse recordatorios anuales.
Las vacunas obligatorias en los perros protegen del moquillo canino, parvovirus y de la rabia. Las vacunas opcionales protegen de leptospirosis, parainfluenza, tos de las perreras, enfermedad de Lyme y coronavirus. La vacunación contra la leishmaniasis también es opcional pero muy recomendada en Cataluña y sonidos húmedos.
Las vacunas para gatos son optativas, pero altamente recomendables. El alto grado de agresividad de las enfermedades y la alta facilidad de transmisión pone en riesgo la vida de cualquier gato, aunque doméstico. Las vacunas las protegen de la panleucopenia, el calcivirus, la rinotraqueitis, rabia y leucemia felina. Antes de poner la vacuna por la leucemia es necesario realizar el test de leucemia e inmunodeficiencia felina. Nunca hay que vacunar a un gato de leucemia si ya es portador de la enfermedad.
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